iv Dominar las preguntas tipo
Un error cometido con relativa frecuencia por los estudiantes es resolver repetidamente preguntas del mismo tipo mientras dejan otras sin dominar. Esto puede ser debido a simple inexperiencia o al temor al esfuerzo de tener que encontrar respuestas a nuevas preguntas. En cualquier caso es un error que tiene que evitarse. Su incurrencia encierra un doble peligro:
El estudiante se somete a un alto riesgo de ser suspendido en el examen. Los estudiantes veteranos saben que "la pregunta que no se sabe es la que caerá en el examen"
El estudiante se somete al riesgo de desmoralizarse, al ver cómo suspende en los exámenes pese a haber estudiado
La habilidad de determinar con rapidez si un ejercicio de estudio se sabe o no se sabe resolver correctamente se obtiene con la práctica. Un método para estudiar mediante "preguntas tipo" es el siguiente:
Al comenzar a prepararse para el examen, el estudiante desconocerá las respuestas de las preguntas tipo, así que resolverá los ejercicios uno por uno, comenzando por los más sencillos. Los textos suelen seguir la norma de organizar los ejercicios en orden creciente de dificultad
Pronto el estudiante comenzará a observar que ciertos ejercicios no son más que versiones, con los datos cambiados, de ejercicios anteriores que ya resolvió. No resolverá estos ejercicios "repetidos" y se limitará a observarlos preguntándose si recuerda su método de resolución
Todos los ejercicios resueltos deben de ser bien identificados mediante su número, su página y la fecha de su resolución. Esta será información valiosa a la hora de un repaso final y debe de conservarse donde pueda encontrarse rápidamente
Continuar avanzando de esta manera sobre los ejercicios de examen hasta el último de ellos
Previo al examen el estudiante debe de asegurarse de tener una imagen mental clara de su clasificación de las preguntas tipo. Para ello, si es necesario, puede repasarse la víspera del examen su lista de preguntas tipo resueltas
v Practicar con las preguntas tipo
Este es el paso que sintetiza los ii, iii y iv anteriores. Aunque siempre es recomendable, se le considera imprescindible para aquel estudiante que realmente se proponga maximizar el rendimiento de sus conocimientos actuales en términos de puntos de calificación. Expresado más directamente: permite sacar la máxima nota posible con lo (mucho o poco) que se sepa de la materia del examen.
El método consiste en someterse a simulaciones lo más parecidas posibles al examen. Son las autoevaluaciones. Durante una autoevaluación el estudiante debe de enfrentarse a todas las dificultades que anticipa que confrontará durante el examen real: comenzando desde las complejidades propias de la materia del examen, pasando por la tensión nerviosa debida a las prisas originadas por la falta de tiempo disponible y
terminando con una calificación de su trabajo tan o incluso más severa que la que aplicará el profesor a su examen real. El estudiante que logre vencer todas estas dificultades durante sus autoevaluaciones estará óptimamente preparado técnica y sicológicamente, se sentirá en el examen como durante un trámite de rutina y maximizará su calificación, con lo que sepa, de la materia del examen.
Para organizar una autoevaluación pueden seguirse las siguientes pautas:
Seleccionar de la colección de preguntas tipo un número igual o ligeramente superior al número de preguntas que se anticipa tendrá el examen real
Seleccionar las preguntas de manera que no resulten repetitivas
Escribir un enunciado con las preguntas seleccionadas en una hoja de autoexamen
Concederse un tiempo de autoexamen igual o ligeramente inferior al previsto para el examen real. Un lapso típico suele ser de 10 minutos por pregunta
Someterse a todas las restricciones previstas del examen real: prohibición de consultar apuntes, o de emplear la calculadora, o de levantarse del asiento, etc
Resolver el autoexamen imaginando que se está trabajando sobre el examen real
Cronometrar el tiempo de autoexamen tal como lo hará el profesor en la realidad y detenerse cuando se termine, esté como esté el autoexamen
Autocalificarse con la máxima dureza y consultando las soluciones de la colección de preguntas tipo: un resultado totalmente correcto ("clavado" hasta la última cifra) tiene el 100% de la calificación de la pregunta y en cualquier otro caso administrarse un cero. Ningún profesor nos podrá calificar con mayor dureza
Continuar con la rutina de las autoevaluaciones, normalmente bastarán de 1 a 2 por día, hasta que se agote el tiempo de preparación para el examen (peor) o hasta que se obtengan rutinariamente el 100 % de las calificaciones posibles (óptimo). Para el estudiante capaz de alcanzar este último nivel, el examen real le tendrá que parecer un mero trámite y probablemente volverá a merecer el 100% de la calificación posible
El método de preparación mediante autoevaluaciones es el más efectivo que conoce (el que escribe) para maximizar las calificaciones y nunca falla si se la emplea correctamente. Resulta vital ser absolutamente honesto con uno mismo y tener cuidado de que las autoevaluaciones tienen que cubrir el 100% de la materia sujeta a examen en contenido y nivel de dificultad. Conociéndose, pues, esta potente técnica para maximizar calificaciones surge la pregunta de porqué es tan poco utilizada? Pero, ésta es una pregunta académica, ya que su respuesta es que demanda gran autodisciplina y pocos estudiantes la aplican con
regularidad. La técnica de las autoevaluaciones está reservada para aquellos pocos que buscan la excelencia.