Motivación en tiempos de pandemia.
Las consecuencias más visibles de una pandemia son tanto sanitarias como económicas, los colapsos hospitalarios y las pérdidas laborales debidas al descenso de la actividad productiva y de consumo. Pero hay unas consecuencias indirectas que pocos ven. A finales de 2020, muchas familias pudieron ver el fracaso escolar en sus hijos, alumnos que en cursos anteriores obtenían buenas calificaciones, pero en la primera evaluación del curso 2020-2021 conocieron los suspensos.
Es una problemática reciente, la cual aún no ha tenido la atención necesaria, por lo tanto no existe aún una solución clara. En el presente texto intento exponer los distintos factores que afectaron al rendimiento de los alumnos en los últimos meses con el fin de visibilizar esta situación y encontrar soluciones para volver a conseguir que los alumnos den lo mejor de ellos mismos en sus tareas escolares.
El bajo nivel conseguido en la recta final del curso anterior, por confinamiento es uno de los motivos más claros. También el acomodo a un ritmo de vida más lento y la incapacidad de volver a adaptarse de nuevo al ritmo que les hacía obtener buenos resultados. Sin olvidar que los niños y adolescentes también se ven afectados por las noticias negativas que llegan a sus oídos.
Estos motivos justificados, llevan a los padres a buscar una solución externa (no exigen un esfuerzo extra a sus hijos, ya que comprenden la situación) algunos encuentran la solución en un profesor particular que acompañe el aprendizaje, que motive y sirva de ejemplo de constancia y perseverancia, ya que los profesores particulares somos o hemos sido alumnos en distintas etapas de nuestra vida y hemos superado muchas adversidades siendo estudiantes.
A la vez que podemos ser una solución para esta problemática, las nuevas oportunidades de trabajo son muy necesarias para nosotros, para poder tener ingresos en una época en la cual se complica obtener un empleo digno.
En todo momento se habló de un "nuevo fracaso escolar", provocado por un entorno específico, de alumnos que pasaron de destacar a suspender por la situación de pandemia. Pero en ningún momento se pretende invisibilizar al alumno que sistemáticamente fracasa en los estudios, este tipo de alumno también merece la atención adecuada, merece sentirse comprendido y animado, para ellos también hay un apoyo específico para que ganen confianza en ellos mismos y tomen la decisión de hacer algo productivo con sus vidas académicas.